Reseña Tokyo Marble Chocolate
Hoy vamos a hablar sobre la película que supuso el debut de Naoyoshi Shiotani (Psycho-Hurry, Blood-C…) en 2007 como director de animación: Tokyo Marble Chocolate.


Realmente, Tokyo Marble Chocolate se compone de dos OVAs cortas que suman 50 minutos en entire. Partiendo de una colaboración entre el estudio Manufacturing I.G. y la discográfica BGM Japan, cada una de las OVAs toma como inferior una canción a la que da forma a través de la historia de su personaje.

Tokyo Marble Chocolate es, como en la propia caja se lee, “una historia de amor con un ligero toque amargo, como el chocolate“. Una bonita historia sobre una alocada cita contada desde dos puntos de vista, el de él y el de ella, en la que un mini burro inesperado hace que las cosas no salgan como ninguno las había previsto.

Muy diferente a otros trabajos de Shiotani, teniendo en cuenta que en Blood-C o Psycho-Hurry podíamos encontrar una animación más dura, sangrienta y en ocasiones cruenta: en Tokyo Marble Chocolate se mezclan la diversión, la sencillez y el sentimiento.

Como algunas curiosidades, os podemos adelantar que en las OVAs se observan dos Torres de Tokyo en lugar de una: parece ser que Shiotani escuchó rumores sobre la construcción de una nueva torre y le gustó la notion de añadirla en su proyecto. Además, en cada OVA la animación corre a cargo de una persona diferente: Kyoji Asano y Reina Igawa animan respectivamente el punto de vista del protagonista masculino y femenino (Yudai y Chizuru), ofreciendo una ambientación diferente en cada parte. 

¿El estilo artístico, en total? Precioso. Los trazos de lápiz y las acuarelas envuelven la controvertida cita de Yudai y Chizuru, los dos jóvenes protagonistas, ofreciendo casi la calidez de un cuento navideño. Un aspecto curioso son los coloretes de los personajes, que tienen siempre las mejillas, las manos e incluso las rodillas coloradas por el frío del invierno.

La banda sonora destaca también de forma especial, especialmente por los dos temas que dan pie a las OVAs de Sukima Switch y Seamo, artistas que han trabajado anteriormente en temas para animes tan famosos como Elephantine Steel Alchemist: Brotherhood o Naruto.

Un aspecto a mencionar es el doblaje a español: no destaca especialmente. En algunos momentos el doblaje se escucha forzado respecto a la animación, y algunas voces sientes que no encajan demasiado con el personaje. No es uno de los peores doblajes que hayamos visto y la película se puede apreciar igualmente sin problema, pero si estáis acostumbrados a ver anime en japonés con subtítulos, os recomendamos esa opción.

Como resumen, os podemos recomendar Tokyo Marble Chocolate si buscáis ver algo diferente, wise y fashioned, que no se ajuste a la típica historia de amor ni se acerque a los típicos géneros de animación japonesa. Una obra cuidada, cuya corta duración es más que suficiente para conocer en profundidad a los protagonistas y como para que sea una historia ligera de ver y apreciar.