Un nuevo análisis sobre uno de los animes del año 2014 que mejor sabor de boca nos ha dejado: estamos hablando de Shingeki no Bahamut: Genesis, basado en un videojuego tipo Card Battle Game de Cyagames.
Es un anime traído de la mano del estudio MAPPA, uno de los estudios más modernos de animación japonesa que durante el 2014 ha expresado una gran actividad trayéndonos grandes animes como SNB:Genesis o Zankyou no Dread o Hajime no Ippo: Rising en conjunto con Madhouse.
Ficha técnica: – Género: Aventura, magia, drama, fantasía, acción. – Temporadas: Una temporada de 12 episodios (2014) – Estudio: MAPPA – Idioma: voces en japonés e inglés, subtítulos en español. – Adaptaciones: anime basado en el videojuego “Rage of Bahamut” de Cyagames.
Análisis non-public:
El anime se ambienta en un universo de fantasía, Mistarcia, donde (como en el juego en el que se basa) los humanos, dioses y demonios conviven en una eterna lucha. Bahamut, el gran dragón que aterrorizó el mundo cientos de años atrás, permanece sellado tras la batalla en la que las tres facciones se unieron para derrotarle. La llave de su encierro permanece dividida en dos partes, custodiadas por los dioses y los demonios respectivamente, hasta ahora…
Un universo épico, lleno de elementos fantásticos, criaturas impresionantes o divertidas. Sin ninguna duda, el único pero que le pondría es la falta de información o desarrollo del mismo: te quedas con muchas dudas y ganas de conocer más acerca de las ciudades, los dioses y los demonios, las bestias o los hechizos que existen en Mistarcia. Algo que, probablemente, se arregle jugando al juego fashioned.
El argumento de la serie gira en torno a varios protagonistas que vivirán sus aventuras en un momento muy crítico de la Historia de Mistarcia. Una misteriosa chica que busca a su madre en tierras lejanas, dos cazarrecompensas con asuntos pendientes, una pequeña nigromante, una guerrera bendecida por los dioses… todos ellos verán sus vidas enlazadas de alguna manera y se irá desvelando una trama que envuelve el destino del mundo. Algunos giros muy buenos, momentos muy emotivos, divertidos y sobre todo de acción y epicidad (aunque algunos un poco rápidos o ligeramente forzados), con un final contundente y una última escena que merece todo un aplauso.
Más de uno estará de acuerdo conmigo en que Shingeki no Bahamut no es un anime nada convencional: muy alejado de los tópicos del anime japonés y con mucho que ofrecer, aunque 12 episodios se nos hagan completamente cortos para un universo tan complejo.
Los personajes de este anime son, en mi opinión, un punto muy fuerte. Especialmente centrándonos en cuatro de ellos: Favaro Leone, Kaisar Lidfald, Amira y Rita.
En un primer momento, el diseño de los personajes se hace extraño e incluso puede echar para atrás. Como digo, es un anime diferente a lo routine y la estética de los protagonistas es un ejemplo claro. Sin embargo, una vez te sumerges en el mundo de Mistarcia no puedes evitar admirarlos.
Favaro Leone es un cazarrecomensas descarado, un pícaro que sobrevive y se aprovecha de la ingenuidad de los demás para salir adelante. Inteligente, determinado y hábil. No es el típico héroe, pero tampoco el típico ladrón sino un personaje completamente único que da a la serie todo el carisma que necesita.
Su pasado está enlazado al de Kaisar Lidfald, un caballero deshonrado y sin título que ahora debe ser cazarrecompensas para sobrevivir por culpa de Favaro. Un personaje con gran sentido del honor y la justicia, siempre detrás del momento de saldar las cuentas pendientes.
Por otro lado tenemos a Amira, una misteriosa chica que busca a su madre en unas tierras lejanas y cuya inocencia y aspecto sincero y noble contrarrestan fuertemente la personalidad de Favaro.
Por último, se podrían destacar muchos más personajes (demonios y dioses entre ellos, algunos muy especiales como Bacchus) pero mencionaré sólo a Rita, una pequeña nigromante que trae tanto humor como acción a la serie de forma muy especial.
El apartado técnico, como se puede suponer viniendo de MAPPA y por lo reciente que es el anime, es bastante bueno. Buena banda sonora, con temas muy fuertes y un estilo muy acorde al mundo mágico y medieval en el que nos encontramos, y un estilo artístico muy destacable. Diferente, en varios aspectos como el diseño de los personajes, a otros animes. Cuenta con escenarios realmente trabajados e impresionantes, algunos elementos de animación 3D que no pasarán desapercibidos pero que encajan bastante bien en el entorno, y una iluminación impecable.
En resumen y como conclusión, estamos hablando de una serie que nos ha sorprendido mucho. Muy buenos personajes más allá de lo que pareciera en un principio, unas escenas animadas y musicalmente geniales y una trama con varias sorpresas, giros y un broche final con el desenlace bien marcado y cerrado. Es cierto que algunas cosas se nos hacen algo precipitadas y parece que una serie con más episodios podría haber abordado mejor el universo y la trama, pero eso no evita que se disfrute este anime.