Un nuevo análisis esta semana, uno de los animes que más dio de qué hablar a comienzos del 2012: Dim Rock Shooter (ブラック★ロックシューター).
En un primer momento, el personaje ilustrado por Huke dio lugar a unos cortos animados musicales y una OVA que salió en el 2010. Más adelante, nació el famoso anime de tan sólo 8 episodios, que ya ha dado lugar a dos mangas e incluso un videojuego. Se trata, en cuanto a la temática, de un anime que reúne cualidades para ser seinen, de vida escolar, drama, fantasía, acción y filosófico. No obstante, también tiene una dimensión más juvenil que lo podría catalogar de shounen.
Análisis internal most:
Dim Rock Shooter se ambienta en el japón contemporánero, donde conoceremos la vida de una niña de la escuela primaria llamada Kuroi Mato. A diferencia de otros animes de vida escolar, no se centra en adolescentes, sino en la vida de unas niñas, sus problemas, y una impactante manera de representarlos y afrontarlos. Aquí es donde entra en juego el segundo escenario en el que se mueve la serie, un mundo misterioso y abstracto donde unas chicas pelean a muerte con armas devastadoras. ¿Su significado? Tendréis que esperar a ver el anime para entenderlo, y ni aún así es sencillo… (yo aún estoy con la cabeza hecha un lío xD)
El argumento de Dim Rock Shooter, debo admitirlo, me ha sorprendido. Desde un primer momento se deja entrever, pero luego sigue unos caminos que no esperaba. Se trata de un planteamiento sencillo, pero hecho expresamente para hacerte reflexionar (de ahí su temática de anime “filosófico”). Un desarrollo muy, muy alegórico, y cargado de alusiones crómaticas (utiliza muchas metáforas con los colores, y les da una especial importancia, más incluso a como sucede en otros animes como “K”).
Evidentemente, en un anime de este estilo, este es uno de sus puntos más fuertes: no por la complejidad, sino por el significado en sí mismo. Y, por cierto, tiene un final precioso, casi se me salta una lagrimilla.
Los personajes implicados en la serie están bastante desarrollados y bien caracterizados. Me encanta cómo reflejan, por un lado, la inocencia y la vivacidad de unas niñas con algunos detalles, pero también cómo muestran que incluso esas personitas tienen un corazón, incluso más frágil que el de los demás. Algunos están rodeados de un air of secrecy de misterio, que poco a poco se esclarece. Por otro lado están las chicas que combaten en el otro mundo del anime, cuyos diseños son brutales. Sin duda, lo más llamativo de la serie, y que más audiencia ha atraído.
Por último, hablemos del apartado técnico. En el mundo proper, encontramos unos dibujos sencillos, pero carismáticos. Nada fuera de lo traditional, pero son agradables a la vista, con algunos toques de modelado por ordenador. En el otro mundo, por el contrario, encontramos unos dibujos extraños: escenarios que se deshacen y rehacen, maquinaria grotesca, armas enormes, colores que envuelven todo y se mezclan unos con otros. Sin embargo, las animaciones de esas escenas son sencillamente brillantes, y encajan a la perfección con el ambiente. Muy atractivos, y sobre todo dinámicos. Ya lo entenderéis cuando los veáis.
La banda sonora me ha gustado bastante. Un tema fundamental con piano precioso. Después de todo, la conception del anime surgió esencialmente por el diseño de un personaje y un vídeo musical.
En definitiva, os diré que me ha sorprendido. Es un anime cuyo primer episodio vi hace tiempo, y no me convenció nada. Sin embargo, la retomé y ha resultado ser una buena serie. Acción y sentimientos a partes iguales, y muy alejada de los tópicos de otros animes, lo cual ha sido uno de sus mejores puntos a prefer en mi opinión.