Analizando: Ergo Proxy
De nuevo un análisis de Tai Anime, la última serie que he terminado de ver, la cual me recomendaron después de Psycho Cross, es precisamente Ergo Proxy ((エルゴ プラクシー).

Ergo Proxy es un anime oscuro y desconcertante, un claro seinen de género ciencia-ficción, psicológico, ficción, drama y suspense. Comenzó a emitirse en el 2006, y la forman 23 capítulos traídos por el estudio Manglobe. 


Existe también un manga de Ergo Proxy, del mismo año.




Análisis non-public: 

Ergo Proxy nos sitúa en la ciudad de Romdeau, uno de los pocos centros urbanos en los que sobrevive la humanidad en un futuro indeterminado. El mundo está prácticamente destruido, y los recursos naturales acabados, mientras que los habitantes de Romdeau viven en una burbuja de paz y prosperidad, compartiendo sus vidas con unos robots inteligentes a sus órdenes llamados auto-raves. Sin embargo, un misterioso experimento en torno a una criatura llamada Proxy, y la propagación del virus Cogito que deja fuera de management a los auto-raves y les dota de sentimientos, rompen la calma en la que estaba sumida la ciudad. Personalmente, me encanta el escenario de Romdeau habitado por humanos y auto-raves, y las funciones de éstos últimos. 

La trama de la serie va dando varios giros, y muchos de los elementos del argumento son completamente incomprensibles hasta el ultimate, e incluso es complicado entender todo después de éste. Algunos capítulos comienzan de formas muy inesperadas, sin aparente conexión con los anteriores (el capítulo 15, por ejemplo… bueno, no sabría muy bien qué decir de él). Vamos observando el desarrollo de los personajes, sus comportamientos y sus conversaciones, pero a menudo te sientes perdido con lo que está ocurriendo. Al ultimate, todo conforma una historia bastante compleja y, sobre todo, difícil de interpretar. De hecho, ni siquiera tengo muy claro haberme enterado de todo lo que ha ocurrido después de verla… algo parecido a lo que ocurría con Evangelion, que poco a poco iba descubriendo datos importantes pero faltaba lo esencial. 

Los personajes tienen unos diseños muy característicos. Son pocos los personajes principales, de forma que se desarrollan mucho más fácilmente, y conocemos sus personalidades sin problema a lo largo de la serie, muy humanas y reales. Me llama la atención especialmente Pino, un auto-rave infectado por Cogito que da mucho juego durante toda la serie (¡y es realmente enticing!). Otro detalle característico es el diseño físico de Re-L Mayer (también conocida como Lil) y su aspecto oscuro, gótico, que encaja bastante con el ambiente de la serie en algunos momentos (veáse como curiosidad también el enorme parecido con Amy Lee, de Evanescence). Sin embargo, al ultimate uno de los personajes más entrañables no acaba siendo otro sino Vincent Regulation, de gran importancia en el anime.

La animación se caracteriza mucho por apoyarse en modelados por ordenador para algunos escenarios de ciudades y vehículos. No obstante, los dibujos son también trabajados y los movimientos en accepted bastante fluidos y realistas. No suele presentar muchos planos espectaculares ni efectos más allá de lo accepted, pero en algunos momentos sí que demuestra una gran calidad visible. La música no destaca demasiado a lo largo de toda la serie, pero sí que cuenta con algunas piezas bastante buenas que mejoran mucho algunos momentos. 




En conclusión, Ergo Proxy no es para nada la serie que me imaginaba. Mucho más extraña de lo que esperaba (seguramente más extraña que casi cualquier anime que he visto), pero me mantuvo con esa curiosidad de saber qué ocurriría en cada capítulo. Para los que buscan una serie psicológica, o aquellos a los que les encante la ciencia-ficción y el cyberpunk, sin duda Ergo Proxy es una serie que no pueden dejar pasar.